UN POCO DE HISTORIA

La isla de La Española, según el fraile español Bartolomé de las Casas era un lugar densamente poblado, sin embargo al poco tiempo de llegar los españoles, el número de habitantes se redujo drásticamente tanto por la acción bélica como por las enfermedades que trajeron los conquistadores. El saqueo de españoles y franceses fue la tónica de la etapa colonial, que desde principios del siglo XVI tuvo a la esclavitud como principio fundamental de la prosperidad económica de la isla.
La rebelión de los esclavos haitianos terminó con la expulsión de los gobernantes coloniales franceses y el establecimiento de la República de Haití el 1 de enero de 1804. Era la primera república libre de América Latina. Pero la libertad que tanto había costado se fue desvaneciendo porque la extorsión de las potencias coloniales siguió siendo un pesado yugo para Haití. Británicos, franceses y en especial los EE.UU. de América controlaron la economía y la política Haitiana sin ningún pudor. Entre 1849 y 1913 los buques de la Armada de EE.UU. se apostaron en las costas haitianas con intenciones intimidatorias para defender sus intereses económicos, llegando esta práctica a su máxima expresión con la ocupación por parte de los marines que duró de 1915 a 1934. La restauración de la soberanía haitiana fue una pantomima, pues los sucesivos gobiernos fueron títeres de los EEUU que necesitaba un aliado estratégico en la zona, frente a la expasión de los movmientos de izquierda en latinoamérica. La dinastía de los Duvalier, François y su hijo Jean-Claude (1957-1986) sumió a Haití en uno de sus períodos más oscuros. Sus gobiernos, de un autoritarismo atroz se fundamentaban en la eliminación sistemática de cualquier opositor, la tortura y persecución sin piedad y en una instrumentalización de las creencias tradicionales para atemorizar al pueblo.
Desde principios de los ochenta el fundamentalismo neoliberal del las instituciones financieras internacionales y sus políticas de ajuste estructural anularon cualquier posibilidad de desarrollo desde una perspectiva social.

En 1990 Jean Bertran Aristide ganó las primeras elecciones democráticas libres pero al poco tiempo sufrió un golpe de estado. La fragilidad democrática del país ha sido la tónica durante la década de los noventa y cuando parecía que la situación iba a mejorar llegó la catástrofe.